Quema de estupefacientes
Este jueves 12 de diciembre por la mañana se realizó la última quema masiva anual de estupefacientes incautados en la Ciudad de Buenos Aires. En total, se quemaron casi 495 kg de droga, mayoritariamente cocaína, marihuana y otras sustancias psicoactivas.
Las sustancias provenían de causas motorizados en distintos juzgados, fiscalías, organismos federales y la Unidad Fiscal Especializada en Investigación de Delitos Económicos (UFEIDE). En 2024, ya se había realizado una quema masiva en el mes de abril.
De la quema participaron el Ministro de Seguridad de la Ciudad, Waldo Wolff, representantes del Consejo de la Magistratura, la UFEIDE y personal de la empresa que, a su vez, oficia de testigo, como también personal de la Sección Depósito de Drogas de la Policía de la Ciudad que asegura que todo el material sea incinerado y obtiene vistas fotográficas para documentar el procedimiento.
“Menos droga en las calles es más vida para nuestros hijos”, aseguró el Ministro Wolff. Por esto, felicitó “el trabajo conjunto de la Justicia, el Ministerio de seguridad y la Policía”, ya que “esta acción sin dudas representa una mejor vida para nuestra gente”.
El lugar de la incineración es una planta recicladora ubicada en el partido de Tigre, específicamente en la localidad de Ricardo Rojas. Para realizar la quema se toman serias precauciones en cuanto al material estupefaciente que se traslada, solicitándose una cápsula de seguridad policial hasta las instalaciones de la planta, que permanece allí hasta que se produzca la efectiva destrucción de las drogas. Antes del traslado, las cajas se sellan, embolsan y precintan con personal del Consejo de la Magistratura y de UFEIDE, quienes dan fe de todo el material.
El horno que destruye la droga es un horno pirolítico, de gran volumen, que posee una boca de ingreso del material tipo tolva de unos 50 cm de amplitud y, al arrojar el material, cae al piso del horno y se desliza por su interior por propio peso. Luego, pasa por varios procesos de alta temperatura cuyo final es vapor de agua logrando con ello evitar la contaminación del ambiente.