Macri comenzó su campaña
Con una camisa celeste, pantalón gris de gabardina y zapatillas de la misma marca que viste a la Selección Nacional de Fútbol, el ex presidente de Boca Juniors ingresó al lugar cuando sonaban los acordes de "La luz del ritmo", de los Fabulosos Cadillacs.
A diferencia de hace cuatro años, cuando junto a Gabriela Michetti se impuso en segunda vuelta al kirchnerista Daniel Filmus, Macri lanzó su candidatura sin lucir bigotes, pero con la habilidad para el baile de entonces, según la opinión coincidente de varios de los presentes.
Llegó a las 14.47, para hacer su ingreso a escena 13 minutos después. Allí, arengó a una multitud de militantes, varios de ellos llegados en una columna que, con bengalas y bombos, encabezó el ministro de Educación, Esteban Bullrich.
Tras 17 minutos de discurso, cargado de alusiones a la "unidad nacional", el "diálogo", el "amor y el corazón de los porteños", Macri llamó a su esposa, Juliana Awada, para cerrar la tarde al compás de "No me arrepiento de este amor", de la malograda bailantera Gilda.
Muchos de los militantes del PRO esperaron por su referente en la puerta del "Superkiosco Vincenzo, el rey del superpancho", en la esquina de Albarellos y Nazca. Para entrar al lugar había que esperar "entre 10 y 15 minutos", lamentó Eleonora Vaire, enfundada en pantalones blancos ajustados y una remera amarilla con la leyenda "Sos bienvenido. Mauricio en la Ciudad".
Lo que para el PRO fue una tarde de fiesta no lo fue tanto para el joven que atendía el kiosco de revistas ubicado en la puerta del club de Villa Pueyrredón: "Y, la verdad, vendí mucho menos. La calle está cortada y pasa menos gente. Por el acto tengo menos actividad", opinó mientras cerraba el comercio.
Hasta el lugar llegaron familias con sus hijos, parejas jóvenes, militantes y jubilados. "Qué linda es", exclamó una señora cuando Awada ingresó al complejo. A unos metros, la barra brava del Club Comunicaciones cantaba en contra de la venta de la institución a un grupo cercano al líder de la CGT, Hugo Moyano.
"Lo bancamos a Mauricio, en la Ciudad o como candidato a Presidente", remarcaron a coro cuatro amigos que, tras el acto, degustaban choripanes en un espacio al aire libre dentro de las instalaciones del club.
Más allá, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se apuraba a aclarar en diálogo informal con la prensa que "todavía no" está definido quién acompañará a Macri en la fórmula para la Ciudad, pero que será "alguien de adentro de PRO, alguien que ya trabaja con nosotros".
Pasadas las 17, el barrio comenzaba a recuperar su fisonomía habitual. Mudos testigos del lanzamiento de Macri, volaban por el lugar globos multicolores y papelitos con la leyenda "Mauricio 2011".
