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Contra plazas peligrosas

Los espacios de juegos de las plazas porteñas son lugares de "peligrosidad elevada" para los niños debido a la "sistemática falta de mantenimiento". Así lo sostiene un informe de la Asociación Civil Aires Buenos. Según un muestreo realizado en 24 plazas, "más de la mitad" de los areneros tienen "deficiencias estructurales", entre ellas la falta de rejas perimetrales y de puertas que "facilita el ingreso de animales".

"Los patios de juegos de las plazas porteñas son un espacio de peligrosidad elevada por la falta de mantenimiento sistemático", afirmó la ONG en un informe.

Al respecto, destacó que "las heces de perro y gato contienen un parásito, el Toxocara canis, que se transmite a las personas y puede provocar daños en la vista y problemas cutáneos y hepáticos". "Los más vulnerables son los chicos, por estar más tiempo cerca del piso y por esa costumbre de llevarse las manos sucias a la boca", agregó Aires Buenos.

El documento, además, citó un relevamiento realizado por la Cátedra de Parasitología General de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA que destacó que "el 100 por ciento de las plazas porteñas estudiadas están contaminadas" con huevos del parásito Toxocara canis. Susana Castiñeiras, integrante de la Asociación Civil, pidió al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, que tome "conciencia que administrar la Ciudad no es sólo desarrollar buenas campañas de marketing".

"Las plazas porteñas, donde juegan nuestros hijos, requieren trabajos sistemáticos y sostenidos en el tiempo", consideró. La mayor parte de los contagios por el parásito, destacó el documento, no provoca síntomas sino un aumento de un tipo de glóbulos blancos. Los niños pueden padecer "fiebre, inflamación de ganglios o del hígado y anemia", síntomas que pueden ser comunes en otras enfermedades.

La infección, sin embargo, puede afectar la vista cuando la larva del parásito se deposita en el globo ocular, y ocasionar la pérdida de la visión, culminó el informe.

Revista Vasos Comunicantes