Denuncian presiones de Nación
"Siempre con el tema de la Fundación -al no tener respaldo económico para pagar los sueldos y demás cosas- hay una presión muy grande, llaman funcionarios del Estado Nacional y gente de las Madres (diciendo) que 'si no, vamos a movilizar a la puerta del IVC a los obreros' para que paguemos", afirmó Daniel Garbellini, gerente general del Instituto de Vivienda porteño.
En declaraciones a radio El Mundo, el funcionario macrista sostuvo que desde el IVC "siempre tenemos que estar corriendo con Madres todo el tiempo porque nunca llegan a cubrir los sueldos".
"Reconozco que hay cierta celeridad para sacar los pagos, pero la presión uno la 'acorta' a razón de eso: que siempre exigen para pagar los sueldos, que no llegan, que están en descubierto. Pero, bueno, son temas internos de la Fundación", indicó.
Garbellini formuló declaraciones un día después de que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, denunciara que, cuando asumió en la Ciudad, encontró que la Fundación Madres de Plaza de Mayo había cobrado viviendas "en un 70 por ciento, cuando habían hecho menos de un 30". Macri apuntó a la Casa Rosada por este tema, en medio del escándalo por la abrupta salida de Sergio Schoklender como apoderado de Madres, sospechado de lavado de dinero en la compra irregular de dos terrenos.
La mecánica es la siguiente: el IVC recibe fondos de la Subsecretaría de Obras Públicas de la Nación tras presentar los certificados de obra por la construcción de viviendas a cargo de Madres de Plaza de Mayo realiza. Una vez que el organismo nacional verifica que el documento está en orden, el ente de la vivienda porteño también verifica el avance de obras y le paga a la asociación que preside Bonafini. En otro orden, Garbellini desestimó versiones acerca de que los pagos por las viviendas sociales se realizaron a partir de certificados truchos o a través de empresas fantasmas y señaló que, por lo menos en lo que respecta a la Ciudad de Buenos Aires, los controles son exhaustivos.
"Nosotros le pagamos a la Fundación contra una factura que nos emite la Fundación y el certificado es totalmente legítimo. Yo no estoy obligado a fijarme a quién le compran el cemento ni cómo lo compran", explicó.
El funcionario añadió que "más allá de todo, esto lo firma una cantidad de gente de línea del Instituto histórica, profesionales serios de hace 20, 30 años de trabajo. No van a poner desde ningún punto de vista un peso donde no va. La obra se verifica".
"Ahora -insistió- cómo ellos utilizan el dinero, dónde compran, dónde lo gastan, es un tema contable interno de la Fundación como si fuera en la empresa".
Garbellini precisó que las viviendas populares que construyen Madres de Plaza de Mayo está "a razón de 4.200 pesos el metro" cuadrado, lo que consideró un "precio de mercado", dado que la casa se entrega con apliques de luz, mesa, cocina y otros artefactos.
En general, especificó, "la vivienda social tiene un valor inferior, pero en la ciudad de Buenos Aires es muy diferente respecto de un lugar como el Chaco, donde la tierra vale mucho menos".