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2.500 gendarmes en la Ciudad

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció hoy la instalación de 2.500 gendarmes y prefectos en la zona sur de esta capital para combatir el delito. La presindenta admitió que la "demanda" de seguridad "nunca va a poder ser satisfecha porque siempre vienen nuevos problemas de inseguridad", pero advirtió a la oposición que quien prometa erradicar totalmente la delincuencia "está mintiendo".

La Presidenta -que además anunció el llamado a licitación para el traslado de la cárcel de Villa Devoto- habló en la Casa Rosada al presentar el Plan Cinturón Sur para esa zona porteña, que implica la entrega de equipamiento moderno, la reasignación de mil efectivos de la Policía Federal y el agregado de los gendarmes y prefectos en esos barrios desde el 4 de julio.

En indirecta réplica a los cuestionamientos que habría hecho la Policía Federal por la inclusión de otras fuerzas de seguridad en sus jurisdicciones, la jefa de Estado justificó la medida al decir que es "un nuevo concepto de unidad entre nuestras fuerzas".

Sucede que cuando trascendieron las versiones sobre este nuevo plan oficial se produjo una crisis en la Policía Federal. En medio de un clima de incertidumbre y un estado deliberativo, el jefe de la fuerza, Enrique Capdevila, llegó a presentar su renuncia, la cual le fue rechazada por la ministra de Seguridad, Nilda Garré.

Poco después hubo contactos entre los máximos mandos de la fuerza policial y autoridades políticas y retornó la calma.

En esa ocasión, desde el Ministerio de Seguridad no hubo información oficial y se relativizaron las versiones, pero ahora la Presidenta terminó anunciando la medida sobre el envío de los gendarmes y los prefectos que había tomado estado público, fundamentalmente a través de fuentes policiales.

Meses atrás en la Federal ya había habido malestar, cuando en el comienzo de su gestión la ministra Garré descabezó la cúpula y desplazó a los máximos jefes, incluido el entonces titular de la PFA, Néstor Vallecca, quien estuvo más de seis años al frente de la institución con el pleno apoyo del ex presidente Néstor Kirchner.

En el mismo acto de hoy se presentaron los escáneres que utilizará el Servicio Penitenciario Federal en las 35 cárceles nacionales de todo el país para controlar de manera eficiente el ingreso de personas y materiales.

En su discurso, y luego de reclamar "no elegir" el tema de la seguridad "como oposición para los demás" y de llamar a dedicarse a "trabajar y no quejarse", en aparente referencia al 'macrismo' que gobierna la Ciudad, calificó como "muy importante lograr la articulación entre las jurisdicciones con la Nación".

Aunque en varios párrafos de su mensaje Fernández de Kirchner hizo referencia a la "necesidad de articular entre estas dos jurisdicciones tan importantes y tan comunicadas", al acto no fue invitado el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.

El que estuvo presente fue el candidato oficialista a ese cargo, el senador Daniel Filmus, acompañado por su compañero de fórmula, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.

Asimismo, la jefa de Estado anunció el llamado a licitación para el traslado de cárcel de Villa Devoto -la "última que queda en esta ciudad", aclaró- que será reemplazada por el complejo Agote en el partido bonaerense de Mercedes. También anunció el traslado provisorio a Ezeiza de las unidades penitenciarias que funcionan actualmente en los hospitales neuropsiquiátricos porteños Borda y Moyano.

"Debemos recuperar la confianza en las fuerzas de seguridad", dijo, y aseveró que "hay que lograr que la gente vuelva a confiar en estas instituciones" porque "eso también hace a la seguridad".

"Esperamos poder dar respuesta a una demanda que nunca va a poder ser satisfecha porque siempre vienen nuevos problemas de inseguridad", reconoció. Y recordó las medidas impulsadas para bajar las llamadas "salideras bancarias" que se redujeron "en el orden del 80 por ciento".

La Presidenta revistó el nuevo equipamiento que había sido ubicado en la Plaza Colón, en la Explanada de la Casa de Gobierno y en el Salón de las Palmeras y luego encabezó el acto formal en el Salón de las Mujeres.

El Plan Cinturón Sur implica, además de la entrega de equipos, la reasignación de mil efectivos de la Policía Federal y el agregado de 2.500 gendarmes y prefectos hacia los barrios de esa zona.

Según el Ministerio de Seguridad, el objetivo es "asignar más adecuada y racionalmente los recursos policiales federales, para asegurar el Derecho a la Seguridad".

"Esto va a aumentar radicalmente la cantidad de efectivos policiales en la ciudad de Buenos Aires y articular las fuerzas de seguridad según un diagnóstico pormenorizado del nuevo escenario del delito y la violencia de cada barrio", señaló la cartera que preside Nilda Garré.

Se reasignarán mil agentes de la Policía Federal de seis comisarías de los barrios del sur porteño y se van a agregar en esa zona 1.250 agentes de la Gendarmería Nacional y otros tantos de la Prefectura Naval, explicó.

Sobre la margen sur porteña, policías federales, gendarmes y agentes de Prefectura "coordinarán con la Policía Bonaerense, como viene haciéndose del lado de provincia, en el marco del Operativo Centinela".

Además, Seguridad puntualizó que todo el personal no administrativo de la PFA de las seis comisarías involucradas en el dispositivo será redesplegado: irá a reforzar la vigilancia en la autovía General Paz y realizará patrullajes intensivos de grandes avenidas.

Revista Vasos Comunicantes