Distrito Tecnológico
A 15 años de su creación el Distrito Tecnológico ya atrajo a más 400 empresas que generaron casi 24 mil empleos de calidad. Son trabajos con salarios altos que además atraen a miles de trabajadores indirectos, exportan servicios y generan divisas para el país.
Desde 2008 en Parque Patricios se invirtieron más de 360 millones de dólares y se construyeron o reconvirtieron 300.000 metros cuadrados de oficinas.
El año pasado festejó su cumpleaños de 15. El Distrito Tecnológico fue creado en 2008 mediante la Ley 2972, "para fomentar a la industria TIC de alto valor agregado, combinada con la identidad cultural existente, y desarrollar un espacio donde se trabaje, se estudie, y se viva", decía la norma. Hoy los números respaldan con creces aquella decisión.
Desde entonces en Parque Patricios (y una parte de Nueva Pompeya) se radicaron más de 400 empresas que dan trabajo a más de 23 mil empleados. El barrio, que se caracterizaba por sus enormes galpones, muchos abandonados, y su escasa actividad, hoy tiene sectores que de tanta actividad parecen hormigueros en pleno verano, llenos de personas yendo y viniendo, comercios antes dormidos que florecen y otros nuevos que satisfacen las necesidades de los nuevo habitantes. En estos 15 años se construyeron o reconvirtieron más de 300.000 metros cuadrados en oficinas, y hubo una inversión de 360 millones de dólares.
"Uno de los objetivos principales de cualquier distrito económico es generar sinergia entre las personas, empresas e instituciones educativas, pero también con distintos actores que están en el barrio. Eso genera a la vez empleo indirecto con los comercios de cercanía, con el transporte y las instituciones educativas", explica Nicolás Zaballa, flamante subsecretario de Inversiones del Ministerio de Desarrollo Económico, a cargo de Roberto García Moritán.
La llegada de la Línea H del subte, la instalación de un Metrobús, la mudanza del gobierno porteño al edificio de Uspallata 3160, la creación de bicisendas y la puesta en valor de espacios públicos, tuvieron mucho que ver con el éxito del proyecto. Parque Patricios no tenía mucho que ver con la tecnología, pero sí un potencial enorme porque estaba bien localizado, era una zona barata para construir, y podía atraer a mucha gente. Desde 2008 el barrio empezó a revitalizarse a partir de esta industria y dejó de ser una zona casi olvidada del Sur de la Ciudad. Hoy está en el mapa, a sólo unos pocos minutos del corazón de Buenos Aires.
Hincha de Boca hasta la médula, su altura denota su pasado como baquetbolista. Zaballa es el responsable del área que se encarga del desarrollo del Distrito. Habla dentro de las modernas instalaciones de CTL Information Tecnology, ubicada en la calle Patagones, una de las empresas radicadas en el Distrito que disfrutan de las ventajas económicas que les ofrece Buenos Aires: entre otras, hasta 2035 no pagará impuestos locales (ABL e II BB) y podrá obtener ayuda financiera del Banco Ciudad, con tasas preferenciales y asesoramiento permanente. La “zanahoria” es muy atractiva, de ahí que tantos emprendimientos hayan echado raíces en Parque Patricios y Nueva Pompeya. A su vez, Buenos Aires se beneficia con su aporte: el Distrito y la Ciudad hacen simbiosis.
Los empleos generados son de calidad. El sector tecnológico argentino es muy fuerte y cotizado, tanto en el país como en el exterior, y por otro lado, Buenos Aires ofrece oportunidades a jóvenes que de otra manera emigrarían buscando mejores horizontes. Las ventajas son muchas.
Desde una ventana en los pisos superiores del edificio donde está emplazada CTL se pueden observar las grúas y máquinas trabajando en nuevas obras en construcción, el imponente campus del ITBA, una de las universidades tecnológicas más importantes del país, y en las calles vecinas también se distinguen las empresas tecnológicas vecinas por el cartelito que las identifica en la fachada de los edificios.
Zaballa redondea la idea: “El Distrito Tecnológico tiene un sector estratégico como es el de la tecnología, todos los servicios basados en el conocimiento y lo que ofrece son empleos de calidad y de altos salarios. Es un sector muy dinámico, que cada vez se va complejizando más y agregando más valor. Además con una alta demanda de servicio para la exportación, por ese motivo es un sector estratégico que desde el Ministerio queremos impulsar”.
Y agrega: “Dentro de los objetivos del Distrito Tecnológico está detectar promover y retener el talento argentino. La Ciudad de Buenos Aires tiene un montón de talento humano, muchas personas que hacen cosas súper interesantes y dinámicas. Y queremos que se queden acá.”
El barrio floreció. En estos años, por cada empleo directo se generó un número similar de empleos indirectos. Entonces el beneficio medido en nuevos empleos es aún mayor.
Por cada empresa que se instala se generan efectivamente otros trabajos. Por ejemplo en la construcción, desde el arquitecto que proyecta un edificio o las obras para refaccionar una oficina, hasta los albañiles que la ejecutan. Y otras muchas empresas vinculadas, como las del rubro de la logística. Se produce lo que se denomina “el sourcing de productos de esas empresas”. La conjunción de firmas es muy importante por todo lo que generan como cadena de valor.
“En el Ministerio tenemos tres objetivos, por lo menos de corto plazo
-anuncia Zaballa-. El primero es tratar de volver a los niveles de actividad pre pandemia, el segundo es estar a la vanguardia de los nuevos desafíos que nos presenta puntualmente el mercado laboral y la incorporación de nuevas tecnologías o de tecnología en procesos productivos ya existentes, y el tercero es trabajar en la consolidación del ecosistema productivo, trabajando con los distintos actores que están en el barrio, como las entidades educativas, y las empresas y personas que viven en el distrito”.
“En este último punto -agrega Zaballa- nuestra idea es ofrecer eventos, como rondas de negocios, bolsas de empleo y un programa muy puntual que se llama Distritos Abiertos, que promueve que las propias empresas de tecnología abran sus puertas a la comunidad para que vecinos de las zonas conozcan qué es lo que están haciendo dentro de su barrio”.
El tercer punto tiene una importancia fundamental. Zaballa lo desarrolla: “Estamos trabajando para que las entidades educativas puedan readecuar o adaptar sus currículos para que un chico que estudie en una escuela pueda a la vez conseguir empleo en una empresa radicada aquí y cumplir con ese objetivo de poder nacer, crecer desarrollarse en el mismo barrio”.
Otro de los requisitos de las empresas para ser parte de un distrito y permanecer en él es mantener o incrementar la cantidad de empleados, nunca disminuirla. Si no lo hacen, pierden los beneficios. Lo que le asegura a Buenos Aires retener ese talento en el sur de la ciudad, trabajando por lo que dura esta promoción industrial y mucho más allá.
Entre las 10 empresas más grandes instaladas en el Distrito Tecnológico están Accenture, Despegar, Mercado Libre, Sofrecom, Prima , el ITBA, GC Gestión Compartida, Atos y Gire, que emplean a más de 7.000 personas en este territorio.
Otros tres distritos en marcha
Tras los pasos del Tecnológico, otros tres distritos están en marcha. El Distrito Audiovisual y de las Artes (Ley 3876, 2011 y su ampliación con la Ley 6390 de 2020) se extiende en los barrios de Palermo, La Paternal, Colegiales, Chacarita y Villa Ortúzar, y más tarde se sumaron La Boca, San Telmo y Barracas. Tiene 9.800 personas empleadas, en más de 400 empresas. A diferencia del Tecnológico, no partió de cero, sino que cuando se creó ya había empresas radicadas en esos barrios.
También natural fue el proceso en otro barrio del sur, Barracas, históricamente territorio de industrias gráficas y de fábricas textiles, donde se instaló el Distrito del Diseño (Ley 6391, 2020), que ya emplea a unos 2.000 trabajadores vinculados no sólo al diseño de indumentaria sino también al de calzado, marroquinería, luminarias, accesorios, y un largo etcétera. Además, en ese barrio funciona el Centro Metropolitano de Diseño (CMD), un edificio que alberga a emprendedores y es el punto de encuentro para cursos, capacitaciones y eventos de la Ciudad.
El más jovencito es el Distrito del Vino (2021, Ley 6447), ubicado en Villa Devoto, Villa del Parque y La Paternal, que busca vincular al oeste de la Ciudad con las grandes bodegas y productores de vino y afines de las provincias de Mendoza y San Juan.
Como en el caso del Tecnológico, los tres buscan ser también modelos exitosos de desarrollo de empresas, de generación de empleo de calidad, de retención de talentos, de sinergia con las entidades educativas y de comunión con los vecinos del barrio. Entre empleos directos e indirectos, decenas de miles de habitantes de la Ciudad ya disfrutan de los beneficios que ofrecen los cuatro distritos económicos. Con el Tecnológico a la cabeza, que cambió para siempre, y para bien, la fisonomía del barrio de Parque Patricios y buena parte de Nueva Pompeya.