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Prevenir el cáncer de piel

Prevenir el cáncer de piel

El cáncer de piel es el tipo más común de los cánceres en el ser humano. Una de sus causas más importantes es la exposición al sol sin protección o a las camas solares.

Otras causas menos frecuentes son la exposición repetida a rayos X, presencia de cicatrices por quemaduras severas, exposición ambiental al arsénico y antecedentes familiares de cáncer de piel.

La forma más eficaz para prevenir el cáncer de piel es la educación: saber cómo, cuándo y cuánto exponernos al sol. El cáncer de piel es curable en la mayoría de los casos, por eso es importante hacerse exámenes propios constantes y visitar al dermatólogo por lo menos una vez al año como medida de prevención.

Medidas protectoras:

  • Chequeo dermatológico anual.
  • Usar sombrero de ala ancha.
  • Anteojos con filtro UV certificado.
  • Camisa con mangas largas.
  • Ponerse a la sombra.
  • Usar cremas protectoras solares de calidad reconocida que bloqueen radiaciones UVA y UBV, y reponer cada 2 horas.

Signos más habituales que hacen sospechar un cáncer de piel:

  • Manchas inicialmente planas rosadas o rojizas, ásperas al tacto y que se vuelve cada vez más rugosas o escamosas. Se ven especialmente en la cara, en el dorso de las manos, en el labio inferior y en las orejas.
  • Aparición de bultos en la piel que crecen en forma sostenida en el tiempo.
  • Lastimaduras en la piel que no cicatrizan a pesar de un tratamiento correcto.
  • Herida sangrante, costrosa, no provocada por un traumatismo previo.
  • Un lunar que cambia de coloración, sus bordes se vuelven irregulares, es asimétrico y crece (generalmente de tamaño superior a 6 mm).
  • Un lunar que pica o se inflama.

Recomendaciones:

  • Evitar exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas.
  • Cuidarse también los días nublados, ya que la radiación atraviesa las nubes.
  • Usar en forma habitual cremas protectoras solares que bloqueen radiación UVA y UVB, de calidad reconocida y cuyo factor de protección solar (FPS) sea mayor a 30.
  • No olvidar la protección solar al realizar deportes.
  • Aplicar en toda la piel 20 minutos antes de la exposición y renovarlo cada 2 horas con la piel seca o cada vez que uno sale del agua y se frota o se seca la zona.
  • Usar una cantidad generosa sin olvidar sitios como: orejas, empeines, labios, cuello, "pelada" de los calvos y tórax.
  • Observá tus lunares y manchas personalmente en forma periódica, con ayuda de espejos y de otra persona.
  • No olvides las palmas y plantas, la región genital, el cuero cabelludo, la boca, el interior del ombligo, las axilas, etc.

Revista Vasos Comunicantes