Para viajar a destinos tropicales
Consejos de un especialista del Hospital Muñiz. El Dr. Tomás Orduna dirige un equipo que se especializa en prevenir y tratar enfermedades que pueden afectar a los turistas en cualquier parte del mundo.
En época de vacaciones muchos argentinos eligen destinos tropicales como Brasil, el Caribe y, últimamente de moda, el sudeste asiático, con Tailandia y Vietnam entre los países más visitados. Pocos conocen, sin embargo, los riesgos de contagiarse enfermedades típicas de esos lugares y las precauciones que hay que tomar antes de subirse a un avión.
Larvas, hongos, bacterias, virus, insectos, arácnidos, ofidios y hasta monos pueden ser vectores de enfermedades a las que los turistas pueden estar expuestos. "Antes de viajar a un ecosistema distinto del que uno vive, es muy importante hacer una consulta en el Hospital Muñiz con dos meses de anticipación, por si es necesario tomar medidas de prevención, como darse una vacuna", dice el doctor Tomás Orduna, titular del sector Medicina del Viajero y Medicina Tropical del Hospital Muñiz.
El equipo del Hospital Muñiz recibe más de 3.000 consultas anuales sobre distintas enfermedades contraídas en destinos turísticos comprendidos entre los dos trópicos.
"Somos el único servicio público en el AMBA y atendemos consultas tanto previas como posteriores a un viaje. Y junto con el Hospital Posadas somos cabecera de antivenenos, ya sea de ofidios, arañas o escorpiones. Y como tal, proveemos a otros hospitales de estos insumos cuando nos lo solicitan", explica.
En el Muñiz están atentos a los movimientos de personas que viajan a distintos países y al mapa mundial de enfermedades y epidemias que se detectan y a su desarrollo. "Recibimos información de todo el mundo sobre las enfermedades características de cada lugar, cómo evolucionan y cuáles son los riesgos a los que puede estar expuesta un viajero", señala Orduna.
La cantidad de consultas que reciben es "infernal", según su descripción: malaria, dengue, zika, Fiebre Chikungunya, encefalitis japonesas, alimentos contaminados, fauna marina (medusas, caracoles), enfermedades transmitidas por insectos, serpientes y ofidios en general y agresión de animales. "Hace unas semanas -cuenta- recibimos dos consultas por mordeduras de monos, que pueden transmitir la rabia selvática. Al que viaja le recomendamos limitar el contacto con la fauna del lugar que visitan porque los animales pueden sentirse agredidos y atacar".
Consejos
Las recomendaciones generales, comunes a todos los destinos, son las siguientes:
- Consultar al médico antes de viajar para conocer a cuáles enfermedades puede verse expuesto y qué vacunas u otras medidas de prevención son necesarias
- Beber solamente agua potable. De no serlo, hay que hervila 3 minutos, agregarle 2 gotas de lavandina por litro o usar tabletas potabilizadoras
- No consumir hielo.
- Las bebidas envasadas son seguras.
- Hervir la leche no pasteurizada.
- Lavarse las manos antes de comer.
- Evitar consumir alimentos crudos, con excepción de frutas y verduras que puedan pelarse.
- Consumir alimentos bien cocidos y preferentemente calientes.
- Evitar consumir alimentos en puestos de venta callejeros.
- Consumir pescados y mariscos cocidos. En caso de de alerta sanitaria, evitar su consumo.
- Evitar los helados de procedencia dudosa.
- Restringir las actividades al aire libre entre el atardecer y el amanecer para evitar picaduras de mosquitos.
- Usar repelentes que contengan NN'dietilmetiltoluamida (DEET) con concentración de 15% (4 horas) o 25% (6 horas).
- Protegerse con ropa adecuada, preferentemente de colores claros.
- En los ambientes usar mosquiteros, aerosoles, espirales o pastillas.
- En áreas silvestres usar botas de caña alta y no introducir las manos en nidos, arbustos o tocar huevos en árboles.
- Evitar el contacto con la fauna de un arrecife, porque puede ser peligrosa.
- Evitar baños de inmersión en fuentes de agua dulce.
Además de tener las vacunas habituales, algunas regiones (OMS 2005) requieren certificados de vacunación contra ciertas enfermedades (como la fiebre amarilla) y para algunos destinos el médico podrá recomendar otras.
Los teléfonos para consultas son 4304 2180 / 6436 o 4306 7855 int 231 (Sala 9)
Enfermedades más frecuentes
La mitad de las consultas de viajeros que se reciben en el Muñiz son por enfermedades dermatológicas. Orduna enumera: "la que produce la larva migrante cutánea, dermatobiosis (producida por una larva de mosca conocida como ura), la tunguiasis (producida por una pulga) que en Brasil se conoce como Bicho do Pé, y la leishmaniasis cutánea".
En el segundo lugar aparecen los síndromes febriles producido por la picadura de algún insecto, mayoritariamente mosquitos: malaria (mosquito anófeles), denge o fiebre tifoidea. Y el podio lo completa la diarrea del viajero que según Orduna "tiene un popurrí de causas".
Fiebre amarilla
Una de las enfermedades que lo ocupan por estos días es la fiebre amarilla que tiene varios focos declarados en Brasil. "Si usted mira el modelo del desarrollo de la fiebre amarilla estamos ante la posibilidad de tener una epidemia importante. Por el momento no hay necesidad de preocuparse porque los focos están en zonas selváticas y rurales en Minas Gerais, Spiritu Santo, el sur de Bahía y en el norte de San Pablo, que son lugares a los que no viajan los turistas argentinos. Pero tenemos que hacer un seguimiento día a día dinámicamente".
El especialista explica que la enfermedad aparece primero en monos y mosquitos. Después en humanos. Desde 1937 existe una vacuna para esta variedad de la enfermedad muy eficaz que se obtiene con el virus atenuado. Si alguien va a viajar a una zona donde la enfermedad se está desarrollando, hay que vacunarse previamente.
La última vez que se detectó un minibrote de fiebre amarilla en la región fue en 2008, en Asunción. Hubo mucha alarma pero se controló
"Lamentablemente -concluye Orduna- muchas agencias de turismo de todo el mundo son reacias a informarle al viajero los riesgos a los que puede estar expuesto en un destino por temor a perder un cliente. Esto ha sido estudiado por la Organización Mundial de la Salud. Por eso es importante que el turista reciba las recomendaciones desinteresadas de un especialista".