Mantenimiento de la red pluvial
El Gobierno de la Ciudad realiza periódicamente los trabajos de limpieza y mantenimiento de sumideros, nexos y conductos pluviales que son vitales para el escurrimiento, la captación y la conducción del agua de lluvia hacia sus zonas de descarga.
En la ciudad hay alrededor de unos 30.000 sumideros que tienen como función captar el agua de lluvia que corre por las calles. Sin embargo, la basura que los vecinos tiran en la vía pública es arrastrada hacia ellos durante las tormentas y termina obstruyéndolos. Por eso, el personal de la Dirección General del Sistema Pluvial intensificó la frecuencia de limpieza de los sumideros. También aumentó la frecuencia del camión desobstructor que utiliza para tales fines.
“Todos los sumideros de la ciudad de Buenos Aires se limpian, mínimo, una vez al mes. Esta es una tarea que nos demanda un gran esfuerzo porque se trabaja las 24 horas. Pese a eso, cuando hay una alerta meteorológica se activa un circuito de emergencia por el cual se hace un refuerzo de la limpieza de los sumideros en la zona que está en riesgo antes de que caigan las precipitaciones”, explicó Capelli.
A principios de noviembre último, esta misma dirección se encargó de la limpieza del túnel corto del arroyo Maldonado, uno de los dos túneles aliviadores que aumentaron en un 156 % la capacidad de conducción de este arroyo.
Gracias a los trabajos de limpieza, que se realizan cada año durante los meses en los que hay menor cantidad de precipitaciones, se logró remover la basura y los sedimentos que impiden el buen funcionamiento del canal.
Controles
Durante este último semestre se intensificaron los controles que realizó la Dirección a diferentes clubes y organizaciones deportivas para garantizar que no estuviesen afectando el funcionamiento del sistema pluvial, ya que muchas de estas instituciones pueden obstruir los conductos debido al volcado de desechos.
Como resultado de estos controles, se clausuraron numerosos establecimientos debido a que poseían conexiones ilegales con la red pluvial o porque estaban volcando polvo de ladrillo en sus conductos, en el caso de algunos clubes de tennis, e incluso excrementos de caballo, en el caso de los clubes de equitación.