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Foro Ecuménico Social

Foro Ecuménico SocialEl Congreso Judío Latinoamericano recibirá un Premio del Vaticano por su Responsabilidad Social y su Ética en la Trensmisión de Valores. En el marco de la visita del Foro Ecuménico Social y de manos de Gianfranco Ravasi, Presidente del Consejo Pontificio para la Cultura y de la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada.

En la tarde del 27 de noviembre el Director Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano, Claudio Epelman se reunió con el Cardenal Guianfranco Ravasi, en la sede de la Universidad Católica Argentina y con el rector de la casa de estudios Víctor Fernández.

El Foro Ecuménico Social es una asociación civil sin fines de lucro creada por iniciativa del periodista Fernando Flores para impulsar y difundir conceptos y acciones de RSE y ONGs, rescatar valores fundamentales y resaltar la importancia de las organizaciones de la sociedad civil y los empresarios en la transformación de Argentina. Inició sus actividades en 2001.

En la categoría ONG el premio lo obtuvo el Congreso Judío Latinoamericano, que se destaca por la generación de capital social, compuesto por el clima de confianza existente entre los actores sociales de una sociedad, las normas de comportamiento cívico practicadas, el nivel de asociatividad que la caracteriza y los valores éticos de su gente. Estos elementos son evidenciadores de la riqueza y fortaleza del tejido social interno de las sociedades. En ese sentido se valoran los esfuerzos de diálogo y de defensa de los derechos humanos. El premio cuenta con el patrocinio del Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresarial y Capital Social (CENARSECS) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, la Academia Europea de Dirección y Economía de la Empresa (AEDEM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El galardón se dará en un acto que se desarrolla en el marco de la edición 2014 del Atrio para los gentiles. La  denominación “atrio de los gentiles” se remite al espacio dentro del Templo de Jerusalem reconstruido por Herodes donde gentiles o paganos podían permanecer, sin distinciones de cultura, lengua o profesión religiosa, un lugar de encuentro y diversidad. De tal lugar viene la inspiración para esta iniciativa del Consejo Pontificio de la Cultura. Se trata de un ámbito de encuentro y diálogo, un espacio de expresión para los que no creen y para los que se hacen preguntas acerca de a la propia fe, una ventana abierta al mundo, a la cultura contemporánea y las voces que ahí resuenan.

Epelman agradeció la distinción y expresó que: “nuestro compromiso para seguir trabajando seguirá inalterable, porque aún nos queda un largo camino por recorrer”.

Revista Vasos Comunicantes